KAMIKAZE GROUPIES

Aryku Okitawa

Un día de pascua como hoy, un dibujante buscó sus huevos de chocolate que le había escondido su novia, pues se lo había hecho muy bien. Buscó por todas partes.. en el sofá, detrás del televisor, debajo de la cama, hasta que se le ocurrió buscar bien en la ropa. Así que sofaldó bien en sus pantalones y encontró el asomo de uno; no alcanzó a tomarlo sin antes antes sorprenderse con la salida un personaje alado que brotaba del huevo, retratado más o menos en la ilustración de arriba que el mismo dibujante realizó para describirlo mejor. Esta mujercilla no era más grande que su pulgar y decía que venía del mundo creado por él mismo y los huevos eran una especie de matriz de sus ideas, que las maduraba y las hacía realidad. Su creador le preguntó el por qué de su arma a lo cual ella respondió que la usó para poder romper el cascarón y poder llegar hasta el ser supremo (osea el dibujante). Así que él se sorprendió al oir esto, era algo abracadabrante para su comprensión. -Definitivamente mi creatividad vale huevo- reflexionó para sí el dibujante.